Aunque parezca fácil saber decir que no, la verdad es que resulta muy complicado para muchos, ya sea por miedo, por tratarse de una figura de autoridad o simplemente por querer complacer a los demás.
Sin embargo, es importante que aprendas a defender tus derechos y opiniones, sin faltar el respeto a otros, para que crezcas como personas.
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Aprende a decir que no
Existen situaciones donde tus intereses personales los dejas a un lado para realizar la solicitud de otra persona, dado que te cuesta decir que no a cualquier pedido o favor, ya sea con la familia, la pareja o en el trabajo.
Son situaciones que alimentan una personalidad pasiva, lo que perjudica tu calidad de vida a largo plazo.
Hay varias pautas que puedes seguir para aprender a decir que no de forma asertiva, de esta manera realizas un ejercicio de autocuidado y autorrespeto, mejorando tus relaciones con otros.
Reconocer tu derecho
Lo más importante que debes aprender sobre decir “no” en determinadas ocasiones, es que tienes todo el derecho a hacerlo. Cuando te niegas a la solicitud de otra persona, no eres egoísta o irresponsable, siempre y cuando no entre dentro de tus responsabilidades.
Para reconocer tu derecho a decir que no, debes aceptar que no vas a agradarle a todas las personas que conozcas, y es que los desacuerdos y conflictos son inevitables, dado que todos somos diferentes y únicos.
No busques agradar a otros al ceder a sus demandas, lo único que logras con esto es perjudicarte.
Aceptar la ansiedad
Si eres una persona que no está acostumbrada a decir que “no”, es normal que al principio sientas ansiedad o malestar. Debes aceptar que la ansiedad forma parte de este nuevo proceso, evitando decir que “sí” para no sentirte incomodo.
A medida que sigas con este comportamiento, la sensación de ansiedad va a desaparecer por completo, te sentirás más confiado y menos culpable cuando te niegues a las demandas de otros.
Reconocer tus límites
En muchas ocasiones, sueles decir que “sí” lo que te piden, por creer que puedes con estas actividades. Esto hace que pases la mayor parte del tiempo satisfaciendo las demandas de otros, y que pongas en segundo lugar tus prioridades.
Cuando reconoces tus límites, resultará más fácil decidir cuándo decir que “no” o “sí”, incluso puedes cooperar con otras personas, sin desatender tus prioridades y decirle que “sí” a todo el mundo.
Técnica del sándwich
Hay una técnica bastante conocida que te servirá a la hora de decir que no a una petición.
Consiste en decir algo positivo sobre la otra persona, tanto antes como después de rechazar la petición. Es una técnica que demuestra amabilidad e interés, haciendo que te sientas menos incómodo al rechazar la petición de otras personas.
Evita la expresión “es que”
Por lo general, después de rechazar una demanda, puedes continuar la frase con la expresión “es que”.
Es fundamental que seas breve y rotundo cuando te niegues a una petición, sin sonar agresivo. La manera en cómo dices que “no” resultará más efectiva y clara, siempre que evites usar esta expresión.
Es probable que uses “es que” cuando te sientas culpable, esto demuestra inseguridad y pierdes fuerza del primer no, provocando que las otras personas sigan insistiendo en la solicitud.
Presta atención a tus sentimientos
Al momento de decir que no, presta atención a lo que sientes, si te estresas, desanimas o incluso te cansas.
Es fácil reconocer cuando estás dispuesto a ayudar con todo el gusto, a cuando no quieres hacerlo por ningún motivo. Si sientes que no hay dificultad o que no interrumpe tus otras actividades, no existe problema en que digas que “sí”.
En caso opuesto, si no tienes deseos o animo de ayudar a otros, lo mejor es mantenerse firme y negarse, con esto evitarás un problema mayor.
Practicar las respuestas
La recreación de situaciones incómodas es de utilidad cuando quieres aprender a decir que no. Emulando las respuestas en voz alta y frente al espejo, servirá para que estés preparado cuando se presenten distintas situaciones.
También presta atención al tono de voz que usa, la postura corporal que mantienes y los gestos que realizas.
Además, preparar diferentes tipos de respuestas, desde empáticas, positivas, justificativas o para otra ocasión, por ejemplo.
¿Por qué es importante decir que no?
Aunque no lo parezca, decir que no tiene una gran importancia para tu bienestar personal, y con las relaciones profesionales y sentimentales que estableces con otros.
La clave para negarte a una petición está en la asertividad.
Cuando lo haces, evitas que otros te manipulen, dado que realizar una tarea que no quieres completar, provocará que te sientas manipulado y que las otras personas se aprovechen de esto.
Además, esto hace que te sientas más resentido hacia las otras personas, aunque lo hagan sin ninguna mala intención. Al decir que no, aumentas tu autoestima y seguridad en ti mismo, desarrollarás confianza en que puedes tomar decisiones y dirigir tu vida.
Incluso evitarás complicaciones y problemas, en ocasiones no negarte te llevará a situaciones de las que te puedes arrepentir, afectando de forma negativa tu bienestar.
Por medio de estos trucos, aprender a decir que no es un proceso más sencillo y práctico, conseguirás cambiar tu comportamiento para ser una persona más decidida y confiada, que puede negarse sin sentirse culpable.