Las impresiones en 3D pueden plantear un problema para la seguridad

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Australia tiene estrictas leyes de uso de armas, pero la llegada de la tecnología de impresión en 3D ha dado valor a las bandas criminales para fabricar sus propias armas de fuego improvisadas.

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No todo van a ser ventajas en el 3D

impresora zapatos 3dLas autoridades han advertido de la amenaza potencial de armas caseras que con las nuevas  tecnologías se vuelven más accesibles que nunca, ya que el fin de semana, una impresora 3D supuestamente utilizada para imprimir armas fue tomada en las redadas policiales de un sindicato del crimen organizado en Melbourne, donde siete hombres y dos mujeres fueron detenidos, mientras que 14 armas de fuego, dos vehículos robados, dinero en efectivo y drogas fueron supuestamente incautadas durante estas redadas.

El detalle es que incautaron una impresora 3D que fue utilizada para la fabricación de algunas de esas armas de fuego, poniendo de relieve el riesgo significativo de ciertas tecnologías para la comunidad.

Esta situación surge tan sólo unas semanas después de que la policía de Queensland arrestará a cinco personas después de encontrar ametralladoras de fabricación casera y lo que la policía describió como una fábrica de armas en una propiedad.

Problemas con la tecnología de impresión 3D

impresoras cochesLas autoridades australianas están tratando de detener el flujo de estas armas de fabricación casera mientras que los políticos empiezan a abordar los problemas de seguridad planteados por cosas como la tecnología de impresión 3D que cada vez están más disponibles.

Hace un año, una legislación pasó a incluir la prohibición de poseer archivos utilizados para armas de impresión 3D, algo que conlleva a una pena máxima de 14 años de prisión. La ley establece que una persona no debe poseer un modelo digital para la fabricación de un arma de fuego en una impresora 3D o en una máquina fresadora electrónica.

Se ha demostrado que se puede fabricar un arma de fuego  en una impresora 3D pero el problema es que el coste de las impresoras es de $ 500,000 hasta $ 1 millón por lo que están fuera del alcance de la mayoría de las bandas y organizaciones criminales.

Así que realmente todo depende de qué tipo de impresora 3D se usa, qué tipo de arma de fuego se quiere producir y si es rentable.

Lo más probable es que esta banda mencionada al principio pretendía la fabricación de armas mediante el uso de una impresora 3D de escritorio convencional conocida como impresora de modelado por deposición fundida (FDM).

De las armas a base de plástico que se pueden crear con este tipo de máquinas, de las más conocidas hay un arma llamada The Liberator, que tiene el diseño de todos los archivos a través de Internet.

Y para las personas que son competentes en encontrar ciertos archivos en línea, las armas de plástico como The Liberator pueden ser bastante fáciles de crear si se tiene los conocimientos necesarios para montar y manejar el arma.

Pero el verdadero problema se presentará cuando la impresión 3D en metal se vuelva lo suficientemente barata para ser más fácilmente disponible al consumidor promedio y entonces estas armas serán de mayor calibre.